- Con el tiempo en contra, los accidentes de tráfico están a la orden del día. En caso de nevadas y hielo lo más prudente es dejar el vehículo aparcado en casa. Pero ¿qué pasa si la nevada nos pilla en plena carretera?
La época invernal conlleva condiciones climatológicas poco favorables para la conducción. Conducir en la nieve o conducir con niebla puede ser muy peligroso si no se toman las medidas necesarias como modificar la forma de pilotar el coche o poner a punto el vehículo para soportar temperaturas extremas. Además de contar con un buen seguro de coche que nos brinde auxilio y protección en caso de incidente, te compartimos otros consejos con los que disfrutarás del invierno a bordo de tu auto con total tranquilidad.
¿Qué llevar en el coche si voy a conducir en la nieve?
- Si después de revisar la previsión meteorológica has decidido continuar con tu viaje, es importante que te equipes con ciertos elementos. Los que no pueden hacer falta son: linterna, cadenas de invierno, alimentos, ropa adicional de invierno, triángulo de advertencia o luz de emergencia, rueda de repuesto, kit repara-pinchazos, pala y, por supuesto, el depósito lleno.
- Adicionalmente, es imprescindible que lleves contigo el móvil y una batería extra 100% recargada.
El semáforo de la DGT (Dirección General de Tráfico)
Conducir en la nieve es extremadamente peligroso porque los neumáticos reducen su capacidad de tracción causando que patinen. Esta situación puede provocar la pérdida de control del coche e incrementar el riesgo de sufrir un accidente de tráfico.
Para evitar estas y otras situaciones que ocurren cuando decidimos conducir en la nieve, la DGT ha establecido cuatro niveles identificados con colores en función de la intensidad de la nevada y de la cantidad acumulada sobre la calzada.
Nivel verde
Nivel amarillo
El color amarillo se activa cuando la calzada está parcialmente cubierta de nieve. En estos casos, los turismos y autobuses están obligados a respetar la velocidad máxima permitida de 60 km/h. Por otro lado, los camiones y vehículos articulados tendrán prohibida la circulación.
Cuando la señal amarilla se enciende, las autoridades de tráfico recomiendan ser muy prudentes manteniendo la distancia de seguridad, disminuyendo la velocidad y evitando maniobras bruscas.
Nivel rojo
Nivel negro
Consejos para conducir en la nieve
Informarse antes de salir de casa
Lo más importante es informarse sobre las condiciones meteorológicas que nos vamos a encontrar durante el trayecto. Para ello, resulta útil visitar portales de información climatológica confiables o ir directamente al sitio oficial de la DGT.
Además del clima, procura informarte sobre posibles incidencias de tráfico y cortes de carreteras.
Revisar el sistema de suspensión y frenos
Comprobar el estado del limpiaparabrisas
Aceites y filtros
Capacidad de la batería
Elegir marchas largas
Cambiar continuamente de marchas, así como conducir con una relación de marchas corta aumentan las posibilidades de perder el control del vehículo. Así pues, en presencia de nieve o hielo, lo mejor es conducir con marchas largas.
Esta técnica hace que la conducción se vuelva menos brusca y minimiza el riesgo de que las ruedas derrapen sobre la nieve o el hielo.
Utilizar el freno con suavidad
Claves para conducir con niebla
Usar correctamente las luces
Contrario a lo que muchos piensan las luces largas solo causan el efecto contrario: se reflejan en la niebla y reducen la visibilidad. Además, incomodan al resto de los conductores restándoles visibilidad.
En cuanto a las luces antiniebla, estas deben utilizarse exclusivamente cuando la niebla es muy densa. Es obligatorio apagarlas cuando su uso puede llegar a deslumbrar al resto de conductores.
Ajustar la velocidad y mantener una distancia de seguridad moderada
Pisar el acelerador más de la cuenta por el ansia de abandonar cuanto antes el tramo de visibilidad reducida es un gran error. También lo es conducir sin mantener la distancia de seguridad.
Si tuviéramos que frenar repentinamente o hacer una maniobra de emergencia deberíamos hacerlo dentro de la distancia en la que aún podemos ver con cierta claridad.
Cuidado con el fenómeno del hielo negro
¿Lo habías escuchado alguna vez? Se produce cuando la niebla y el asfalto entran en contacto estando a cero grados (o menos). El agua condensada se congela provocando que el pavimento se vuelva resbaladizo.
El caso es que el asfalto se vuelve peligroso porque la capa de hielo es tan fina que prácticamente no puede apreciarse. En estos casos debe pisarse el freno con cierta suavidad para controlar mejor el pulso de las ruedas.
Mantenerse en el mismo carril
No te detengas en el arcén
Un coche detenido en el arcén puede convertirse en un auténtico obstáculo para los demás conductores. Si no te sientes seguro conduciendo con niebla, la mejor alternativa es esperar a la siguiente gasolinera.
Conducir teniendo en cuenta estos y otros consejos te permitirá disfrutar de los trayectos de invierno con tranquilidad y seguridad. Recuerda que para afrontar cualquier incidente o adversidad es fundamental disponer de un seguro de coche que incluya asistencia en viaje nacional e internacional.