Con el fin de garantizar su derecho a la movilidad independiente, se creó la tarjeta de estacionamiento para personas con discapacidad, una credencial que permite obtener lugares accesibles de aparcamiento en plazas reservadas en todo el país, independientemente de la Comunidad Autónoma donde se haya expedido. Desde 1998 la Unión Europea recomienda a sus estados miembros el acceso a este tipo de documento y te contamos por qué a continuación.
Trámites para obtener la tarjeta
Como ya indicábamos antes, la concesión de la tarjeta debe tramitarse en el Ayuntamiento donde resida la persona interesada. Para ello tendrá que llevar la documentación acreditativa que indique el grado de discapacidad y movilidad reducida que presenta, así como informarse de las normativas locales que aplican a la hora de usar esta tarjeta. Este trámite también puede gestionarlo un representante legal mediante un impreso normalizado que deberá acompañar de la documentación médica correspondiente. En caso de no cumplir con todos los requisitos, se le otorgará un plazo de 10 días para que se aporte la documentación restante.
Una vez la resolución sea favorable, el titular de la tarjeta tendrá que firmarla antes de ser plastificada por el Ayuntamiento y entregada. En ese mismo momento también se entregará una guía con las condiciones de uso establecidas por la Unión Europea.
¿Cuál es el ámbito de validez?
Como ya mencionábamos antes, la tarjeta podrá ser usada en todo el territorio español, siempre y cuando se cumplan las normas establecidas en materia de ordenación y circulación de vehículos de cada Comunidad Autónoma.
Lo cierto es que un coche, es un vehículo que otorga gran independencia, si ya lo has comprado y has gestionado tu seguro de coche, ahora solo falta que empieces a tramitar tu tarjeta de aparcamiento para tener el pack completo y no tener problemas a la hora de estacionar.