Cuando tienes un proyecto propio que quieres sacar adelante, una subvención puede ser el empujón financiero que te permita arrancar definitivamente con el plan que tienes estipulado. Entérate de las posibilidades que existen y de cómo solicitar una formalmente.
Lo que debes saber al pedir una subvención
Primer punto a tener claro: es un complemento, no la base de tu negocio. Como su propio nombre indica, la subvención es un apoyo para tu empresa y nunca debe ser considerada la base económica sobre la que se sustente, o dicho de otra manera: la subvención debería ser siempre el plan B que respalde el plan A y no al revés.
La cuantía es variable dependiendo del proyecto que se presente y de otros factores como tu perfil de autónomo, la actividad que vas a realizar o comercializar, el nivel de innovación de tu idea, la inversión que requiere, la cantidad de empleos que creas, el impacto socioeconómico que tiene en tu entorno… Todos estos factores influyen en el importe final que te concedan para materializar tu proyecto.
Otro de los factores importantes es la cantidad de capital propio que vas a invertir y la cantidad de dinero que estés solicitando. A pesar de la propaganda institucional, conseguir una subvención no es fácil, ni rápido, ni seguro, pues ninguna institución está obligada a financiar tu proyecto. Lo que sí puedes hacer es informarte bien a la hora de solicitarlas, sobre todo porque las condiciones varían dependiendo de la Comunidad Autónoma en la que estés.
Las subvenciones tienden a ser lo primero que se recorta en tiempos de crisis y, como mencionábamos antes, cada Comunidad Autónoma cuenta con sus propios programas y ayudas que suelen venir de fondos europeos destinados al desarrollo de programas nacionales.
Lo que debes hacer para pedir una subvención
Lo primero que debes hacer es formalizar tu solicitud. Es la presentación del proyecto la que abre el expediente y debe ir acompañada de un plan de negocios detallado que muestre la viabilidad comercial de la idea y la documentación administrativa exigida. Infórmate muy bien sobre requisitos adicionales que te exijan, como facturas proforma, presupuestos, estudios de mercado o currículums de los encargados del proyecto.
La resolución de la subvención puede salir bien o mal y suele tardar entre tres y doce meses, dependiendo del organismo que esté a cargo, la línea de ayuda y la Comunidad Autónoma.
En el momento de cobrar la subvención, debes presentar documentación extra que pruebe que la información registrada en tu petición es válida, como el alta de responsables del proyecto, o los puestos de trabajo que creará tu negocio. Asimismo debes estar al día tanto con Hacienda como con la Seguridad Social.
Después del ingreso de la subvención, viene la fase de seguimiento en que deberás proporcionar al organismo de ayuda cualquier documentación que te exija para comprobar que el dinero está siendo usado de acuerdo al plan de negocios.
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