En la retención de líquidos o edema influyen varios factores, pero es cierto que suele presentarse con mayor frecuencia en personas obesas, sedentarias o con una mala alimentación. También influyen factores como la menstruación, la menopausia o el embarazo. El síntoma más común es el sentimiento de hinchazón y la dificultad para perder peso o, incluso, el aumento repentino de peso sin que haya habido ningún detonante en particular. La retención de líquidos consiste en un aumento de volumen por la acumulación de fluidos atrapados en los tejidos del cuerpo.
El edema suele afectar los tobillos, los pies, la espalda, las manos e incluso los párpados. Es fácilmente reconocible porque, al presionar con el dedo sobre alguna de las zonas afectadas se forma una hendidura. Esta afección puede ser o no patológica, pero es importante consultar con un nefrólogo para conocer la diferencia, saber cuál de las dos es y administrar el tratamiento adecuado. De no ser así, otras afecciones secundarias pueden agravarse por falta de un diagnóstico temprano.