Una Sociedad Anónima es un tipo de forma jurídica en la que la responsabilidad de cada socio se ve determinada por el capital que ha aportado para la formación de la empresa. Se trata de una sociedad meramente capitalista, así como una de las más extendidas en el mundo empresarial y económico. Las Sociedades Anónimas permiten canalizar pequeños volúmenes de capital que puedan producir inversiones productivas a posteriori.
Los socios de este tipo de sociedad suelen reunirse cada cierto tiempo en una junta de accionistas –generalmente en periodos de un año o menos, dependiendo de la empresa– para tomar las medidas necesarias y las decisiones trascendentales para que el negocio siga funcionando. Sin embargo, dentro de esta figura jurídica los socios no tienen responsabilidad directa sobre el devenir de la empresa, a menos que se les haya asignado esa tarea, porque no suelen tener los conocimientos necesarios para hacerlo de manera exitosa. Es por ello que el destino del negocio suele estar en manos de los administradores de la sociedad.