Apostar por un proyecto propio y rentabilizarlo implica muchas veces apostar también por tener una sede física que funcione como base de tus operaciones y que te permita prestar un mejor servicio o trabajar de forma más organizada en el desarrollo de tu producto. Abrir una sede física implica también muchas veces la creación de puestos de trabajo, lo que representa un capital económico y humano que merece ser respaldado y protegido con un buen seguro para autónomos y pymes.
En comparación con el resto de países del OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos), abrir una sede física en España es más costoso en tiempo que la media, pero no dejes que esto te detenga. Los pasos para empezar a materializar este proceso son bastante específicos y, con la asesoría adecuada, no deberías tener ningún problema en cumplirlos. A estos pasos debes añadir aquellos más específicos de tu tipología de negocio.