El crowdfunding lleva desde hace varios años posicionándose como una herramienta fundamental para lograr cualquier tipo de objetivo, sobre todo desde que internet ha abierto la posibilidad de que cualquiera de estas iniciativas alcance escala mundial y visibilice la razón por la cual estamos solicitando dinero: operaciones, tratamientos de salud, estudios o inversiones económicas para fundar empresas o poner en marcha proyectos de productos y servicios.
Una de las principales ventajas de este método de recolección de fondos es que puedes llegar a personas fuera de tu círculo de familiares y amigos, lo que amplía las posibilidades de conseguir inversores, mecenas, proveedores o distribuidores que no solo quieran ver tu plan de negocio o les interese trabajar contigo, sino que se enganchen a la marca o se conviertan en embajadores de tu producto, lo que convierte el crowdfunding inicial en una verdadera campaña de marketing.
Por eso, ante la pregunta de si es válido o no echar mano de este método para empezar tu negocio, la respuesta es sí, es totalmente válido, funcional y hasta beneficioso hacerlo. Incluir un buen seguro de negocios como parte del respaldo de esa inversión múltiple, también será un buen punto de apoyo.