¿Se puede conducir con chanclas?

El verano y el buen tiempo invitan a conducir con chanclas, pero ¿es realmente aconsejable llevar nuestro coche con este tipo de calzado? Desde el punto de vida de la seguridad, no lo es. Aunque no existe ninguna multa por conducir con chanclas, sí que es un hecho sancionable si se aplica el artículo 18.1 del Reglamento General de Circulación.

Este indica que, conducir un vehículo sin mantener la libertad de movimiento que garantice la seguridad del conductor, de sus acompañantes y de los demás usuarios de la vía pública podría ser motivo de una multa de 80 euros. Si tienes tu seguro de coche contratado con Allianz, recuerda que tienes a tu disposición un servicio de asesoramiento y trámite de denuncias.

Otros artículos del mismo reglamento como el 3.1 y el 17.1 también hacen referencia al modo de conducción y al control que en todo momento debe tener el conductor sobre su vehículo. Para ampararse con la ley, un agente también puede referirse a ambos artículos para aplicar la sanción.

Una conducción segura depende, entre otras cosas, del tipo de calzado que utilicemos. Por sus propias características, las chanclas no son precisamente los mejores calzados para sujetar bien el pie. Existe el riesgo de que se puedan desprender y, lo que es peor, engancharse con el pedal.

Por otro lado, el uso de chanclas puede impedir que ejerzamos la presión correcta sobre el pedal del acelerador o del freno pudiendo provocar un accidente grave. Asimismo, resta agilidad, afecta la libertad de movimientos y aumenta el tiempo de reacción en caso de imprevisto.

La concentración es otro de los aspectos que se ven afectados cuando conducimos con chanclas. Las dificultades que produce conducir con este tipo de calzado generan estrés en situaciones de peligro aumentando así el riesgo de provocar un accidente.

• Utiliza un calzado ligero, cómodo y flexible que sujete todo el pie. Si es de suela fina, mucho mejor. De esta forma, evitamos la brusquedad al momento de pisar los pedales.
• Utiliza un calzado ligero, cómodo y flexible que sujete todo el pie. Si es de suela fina, mucho mejor. De esta forma, evitamos la brusquedad al momento de pisar los pedales.Para evitar una multa por conducir con chanclas, opta por calzados que proporcionen buena adherencia entre el pie y los pedales.
• Utiliza un calzado ligero, cómodo y flexible que sujete todo el pie. Si es de suela fina, mucho mejor. De esta forma, evitamos la brusquedad al momento de pisar los pedales.Evita los calzados con elementos susceptibles a engancharse en los revestimientos del vehículo.
• Utiliza un calzado ligero, cómodo y flexible que sujete todo el pie. Si es de suela fina, mucho mejor. De esta forma, evitamos la brusquedad al momento de pisar los pedales.Elige, en la medida de lo posible, un calzado transpirable. Principalmente en verano, el sudor excesivo puede hacernos perder la concentración.
• Utiliza un calzado ligero, cómodo y flexible que sujete todo el pie. Si es de suela fina, mucho mejor. De esta forma, evitamos la brusquedad al momento de pisar los pedales.Si te gusta utilizar chanclas, zapatos de tacón o sandalias, al momento de conducir, procura cambiarlos por unos adecuados. Una recomendación práctica es tenerlos siempre a mano en el maletero.
• Utiliza un calzado ligero, cómodo y flexible que sujete todo el pie. Si es de suela fina, mucho mejor. De esta forma, evitamos la brusquedad al momento de pisar los pedales.Procura que el calzado que elijas no sea ni demasiado grande, ni demasiado pesado. Así evitarás pisar dos pedales al mismo tiempo accidentalmente.

El climatizador del aire acondicionado cuenta con varias opciones, sin embargo, no solemos usar todas sus funciones. Una de ellas, es alternar el aire acondicionado con la entrada de aire exterior y el aire reciclado. Es ideal poner en práctica esta función cuando ya hemos conseguido la temperatura idónea.

Apurar el último baño muchas veces implica ir con prisas y no cambiarse de ropa o esperar a secarnos. Poner la toalla sobre el asiento para evitar mojarlo puede derivar en el conocido “efecto submarino”: al conducir sentados sobre una toalla no solo podemos perder la adherencia al asiento en caso de accidente, sino que también el propio cinturón pierde eficacia.

Recuerda que, estas prácticas no están específicamente prohibidas, sin embargo, puedes ser sancionado si los agentes determinan que no eres capaz de mantener la libertad de movimientos.

 

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