Tras la común expresión ‘contacte con mi abogado’ se esconde una cuestión que va más allá de las grandes producciones cinematográficas. Aunque, a priori, pueda parecer que un abogado es un profesional cuyos servicios sólo tienen sentido para resolver litigios a gran escala, lo cierto es que cualquiera puede necesitar su experiencia en multitud de situaciones del día a día.
En la práctica, el trabajo de un abogado se centra en prestar asesoramiento jurídico experto así como en ejercer la defensa legal en procedimientos judiciales o administrativos que pueden afectar a cualquier persona.
La profesión distingue, no obstante, diferentes tipos de abogados en función de su especialidad y es que, no es lo mismo atender las cuestiones legales derivadas de una herencia, que la venta de un piso o la custodia de los hijos en un caso de divorcio. Dicho esto podemos hablar de abogados especializados en:
- Derecho penal
- Derecho inmobiliario
- Derecho civil
- Derecho laboral
- Derecho de familia
- Etcétera
Cada uno de estos profesionales es experto en una materia determinada por lo que, a la hora de solicitar sus servicios, conviene tener en cuenta qué es lo que necesitamos. Contratar un seguro de defensa jurídica es una buena alternativa para contar con equipo multidisciplinar a tu disposición en el momento en el que se te plantee cualquier cuestión para la que necesites la ayuda de un abogado.