El mercado inmobiliario está sujeto a multitud de factores y, en los últimos tiempos, el alquiler de vivienda se ha convertido en una de las opciones más demandadas. Frente a la compra tradicional, los usuarios han encontrado en el alquiler una fórmula más que aceptable para disfrutar de un hogar. Las herramientas para garantizar un alquiler seguro han evolucionado al ritmo que lo ha hecho un sector que, a día de hoy, registra unas cifras que animan a los propietarios a obtener unos ingresos extra como consecuencia del arrendamiento.
No obstante, el proceso de alquiler de una vivienda, continúa despertando ciertas suspicacias ya que, quien más y quien menos, teme dar con unos inquilinos morosos o conflictivos que terminen por convertir el ‘sueño dorado’ en una pesadilla. El contrato de alquiler recoge las obligaciones de unos y otros y la Ley de Arrendamientos Urbanos establece el marco legal en el que han de suscribirse los acuerdos pero, llegado el momento ¿qué herramientas tiene el propietario para hacer frente al impago de las rentas? ¿Cómo enfrentar los daños que puede ocasionar un inquilino problemático?
En la actualidad existen tres recursos fundamentales antes de llegar a emprender acciones legales aunque, en muchos casos, hacer uso de algunas de ellas puede resultar complicado. ¿Cómo elegir entonces entre aval bancario, fianza o seguro de impago de alquiler? Conocer las ventajas e inconvenientes de cada uno de ellos te resultará de ayuda para elegir con acierto aunque podemos avanzarte que, un seguro de impago, te ofrece la protección más completa. Juzga tú mismo.