Conseguir fondos para desarrollar una idea de negocio es el primer y mayor reto de un emprendedor, pues consiste en conseguir aliados que crean en esa idea y pongan de su dinero para llevarla a cabo. El mundo actual está lleno de startups millonarias que lograron con su idea romper paradigmas dentro del negocio y la misma Google fue una de esas pequeñas empresas con una gran idea que requería inversión. Muchos emprendedores utilizan sus propios fondos y se autofinancian, pero según estadísticas informales, nueve de cada diez startups fracasan y para un emprendedor perseverante, no hay presupuesto que alcance para costear los intentos.
Así como existen los inversores tradicionales, existe también la figura del business angel, un tipo de inversionista con el dinero suficiente para invertir en empresas pequeñas o emergentes a cambio de obtener una participación activa o un porcentaje de las acciones de la compañía.