Los ciberdelincuentes están más activos que nunca, aprovechan que somos más dependientes de la tecnología, utilizamos equipos y redes particulares (normalmente menos seguros) y que tenemos una mayor necesidad de información y comunicación. Con el cebo del COVID-19 y sus posibles consecuencias para trabajadores y empresas, lanzan campañas de phishing por email, mensajería instantánea o incluso SMS con las que pretenden:
- Obtener datos nuestros como usuarios y contraseñas
- Que accedamos a webs maliciosas o
- Que descarguemos archivos que puedan dañar nuestros dispositivos
Se estima que el 50% de los nuevos dominios creados con el pretexto del Coronavirus y de las APPs tienen fines maliciosos.
El principal objetivo de estos atacantes suelen ser las pequeñas y medianas empresas, aprovechan que tienen una menor madurez tecnología y que estos días son más vulnerables que nunca por haberse visto obligadas a implementar el teletrabajo de forma precipitada. El coste global de estos ataques en España puede llegar a superar los 40 millones de euros.