Para gastar el dinero no existe ningún obstáculo, basta con seguir nuestros impulsos para que seamos testigos de cómo nuestro capital se escapa de nuestras manos como agua entre los dedos. Para evitar este declive y asegurar un futuro financiero más tranquilo, existen productos de protección familiar como los seguros de vida, y también de ahorro e inversión que nos facilitan la vida, como ocurre con los seguros de ahorro o los fondos de inversión, que además incluyen ventajas fiscales que generan beneficios a mediano y largo plazo, así como un patrimonio que queda de herencia para los beneficiarios en caso de fallecimiento.
Al margen de estos productos financieros que hacen del ahorro un hábito más fácil de adoptar, existen estrategias para mejorar el manejo de nuestro dinero, aprender a manejarlo y librarnos de esa molesta sensación de no tener liquidez suficiente para vivir la vida tranquila que te gustaría. Entre ellas, encontramos una técnica japonesa centenaria que ha tomado relevancia en los últimos años por sus buenos resultados: el método Kakebo.