El contexto importa mucho a la hora de tomar decisiones y parece que centrarse por el largo plazo con un esquema de inversión basado en multiactivos puede ser de interés. En la actualidad, el incremento de los tipos y los costes, y los shocks de oferta se suman a la tensión de las empresas y eso ha modificado la escena.
Si la economía estadounidense continúa desacelerándose, la acción decisiva de la Reserva Federal para frenar la inflación probablemente será la causa principal. Sin embargo, la economía mundial en general también se encuentra en un punto débil, en gran parte debido a la elevada inflación, los problemas de la cadena de suministro y la incertidumbre derivada de la invasión de Ucrania.
A ello hay que sumarle que la segunda economía más grande del mundo, China, se ha enfrentado a la desaceleración del crecimiento y a los brotes de la COVID-19, y ha optado por reducir los tipos de interés incluso cuando otras economías importantes están comenzando a subirlos.
Es por eso por lo que el cuestionamiento de los inversores es cada vez más amplio. Concretamente, quieren saber si las empresas están siendo demasiado optimistas sobre la solidez de sus márgenes de beneficio en un entorno de aumento de los precios de las materias primas, ya sean salarios o precios de la energía.
Según los expertos de Allianz Global Investors y con esta situación económica adversa, centrarse en multiactivos puede ser una buena opción. Hasta ahora había que respetar cierta prudencia con la renta variable durante gran parte del año, en particular con las acciones europeas y de mercados emergentes, teniendo en cuenta que la invasión de Ucrania puede tener un impacto más adverso en Europa.