La Acciones al Portador es un tipo de inversión que no requiere el registro del nombre del propietario. Esto significa que cualquier persona que tenga la tenencia física de las acciones es considerada como su dueño. Por lo tanto, son más fáciles de transferir de una persona a otra sin tener que lidiar con los trámites burocráticos.
Sin embargo, esta facilidad de transferencia también puede ser un riesgo para muchos, ya que las acciones pueden ser robadas o perdidas y su propietario legítimo tendrá dificultades para recuperarlas. Por esta razón, algunas empresas han dejado de emitir acciones al portador y en su lugar, emitir acciones nominativas, las cuales sí requieren que el nombre del propietario esté registrado.
Las acciones al portador pueden ser compradas y vendidas de forma anónima, lo que es atractivo para algunos inversores que valoran su privacidad. Pero, esto también puede ser utilizado para actividades ilegales, como el blanqueo de dinero.
Las acciones al portador son una forma de inversión que ofrece ciertas ventajas en términos de transferencia y anonimato, pero también presenta riesgos relacionados con su uso en actividades ilegales.
Por eso, es importante considerar los pros y contras antes de decidir si invertir o no en este tipo de acciones.